martes, 6 de julio de 2010

ANDRÉS DÍAZ. El BÁRBARO QUE SABÍA ESCRIBIR II


Continuamos con Andrés. Durante la feria del libro de Madrid me pidieron la portada del CAMINO DEL ACERO. Hice GLUB (vamos que me acojoné) os preguntareis, porque? Muy sencillo es una novela que se edito y por causas desagradables (cierre de la editorial) no continuo su camino. Considerando que la novela merece seguir su camino el editor de Andrés decidió volver a publicarla,  necesitaba nueva cara.
El trabajo del anterior ilustrador  "Manuel Calderón" era bastante bueno. Pude ver la cubierta y cenefas interiores y la verdad que da gusto verlas.
Empecé la ilustración poniéndome  en contacto con Andrés, hablamos de la novela y de como veía él la portada y el interior de la misma. Como amante de la historia quería darle un toque histórico a la portada, su mente de escritor épico comenzó a volar: batallas, guerreros besando doncellas y yo diciendo MADRE MÍA. La ultima palabra siempre la tiene el EDITOR (y la primera). Hablando los tres salieron mas conceptos, Andrés me comento la posibilidad de una espada, escudo etc.
Como suele pasar cuando hay demasiadas ideas y poco tiempo uno no sabe que hacer repase la portada anterior y me dí cuenta que ese era el camino pero con un toque mas real. La novela no es genero histórico pero todo se sitúa en un escenario que recuerda bastante a la ANTIGUA GRECIA.
Tenia que aunar varios conceptos: Batallas, tierra, mar y sangre. Por narices tenia que distanciarme del anterior trabajo pero conservar su esencia ya que los lectores del anterior libro y los que se quedaron sin leerlo tenían en su retina la imagen anterior a si que busque otro camino, el fondo me daba la posibilidad de contar de manera metafórica como era el escenario de la novela: azul para el mar, los alberos para la tierra y los rojos para la sangre. El escenario estaba listo, faltaban los actores. Hice escudos y cascos pero nada mas real que lo real, encontré lo que buscaba un escudo y un casco histórico así le daba ese toque de realidad. Solo faltaba el titulo, decidí que tenía que seguir con el rigor histórico `pero sin utilizar el recurso del anterior trabajo LETRAS GRIEGAS y me decidí por letras clásicas pero mas latinas que no desmerecía el trabajo global pero se distanciaba del anterior. Para unificar mas recurrí a incluir en el titulo el acero, utilice volumen y una textura que recordara el acero sin tratar.


Aquí esta el resultado final. Al final todos contentos con el resultado, vencí el miedo. Para ver el interior tendreis que esperar a su próxima aparición.
No me olvido, de recomendar el libro hice una cata y no tiene desperdicio enhorabuena Andrés y a la sabia decisión del editor de EQUIPO SIRIUS.